Pocas palabras pueden expresar la sensación de vacío (y al mismo tiempo plenitud) que deja una prueba de gran fondo. En este caso, mi primera prueba de larga distancia "de verdad", y no pude hacer mejor elección. Sin duda, la prueba más compleja y mejor organizada que he visto en mi vida, con una implicación sin límites de hordas de voluntarios, uniformados con sus camisetas rojas, siempre dispuestos a ayudar sin límites.
En el apartado técnico, la prueba transcurrió sin incidentes para nosotros, tal como la había diseñado mi compañero Javi en una hoja de cálculo, tranquilamente sentado frente a su ordenador. Apenas nos retrasamos dos horas sobre el horario global previsto.

Durante la prueba hemos vivido inmersos en un submundo donde lo importante era pensar en la próxima comida, el próximo puerto, las inclemencias meteorológicas, el próximo punto de descanso, la gestión del material en las bolsas... Pero lo mejor es poder vivirlo en imágenes, y para ello he elaborado el siguiente trabajo a modo de "videocrónica":
En el siguiente enlace están todas mis fotos:
https://plus.google.com/u/0/photos/107800590932972178412/albums/5910426312502680737
Por otra parte, con mi participación en esta prueba he colaborado en un proyecto solidario, recaudando fondos para la lucha contra las enfermedades neuromusculares (distrofias) y otras enfermedades raras, a través de la Fundación Isabel Gemio. Mi objetivo era cubrir con donaciones 1400 € (1 euro por kilómetro), y a fecha de hoy casi se ha alcanzado. Más información en: http://www.migranodearena.org/jose-antoniojimenez2